En el capítulo de esta semana de Falling Skies se puede decir que han pasado bastantes cosas. Sin embargo, y aunque pueda pasar una contradicción, la mayoría de estos eventos no han hecho más que acercar cada vez más a la serie al pozo en el que cayó a estas alturas de la temporada pasada.
Ya desde el principio la trama se pone dramática cuando el estado del capitán Papa Bear (aka Capitán Weaver) sufre un colapso como consecuencia de la herida producida por una larva de Skitter hace un par de capítulos. Este dramatismo inicial incrementa cuando Hal y Maggie encuentran a Karen en el bosque, sin harness y rodeada de un montón de niños muertos. Y a mediados de capítulo reaparecen Pope y Anthony medio muertos.
Pero desde el primer minuto en que el capi enferma ya nos queda claro que la doctora Glass se inventará un sistema para curarle (argumento de relleno, como el del lío romántico entre la doc y Tom), que Karen es una infiltrada y que Pope no se morirá (se acabaría la serie... y su blog!). Eso sí, el momento Jammil "MacGyver" inventándose una máquina para bombear sangre es de lo más surrealista.
Pero lo que más nos ha defraudado del capítulo es la trama en torno a Karen. Se ve de lejos que Karen se ha infiltrado (o lo hace muy mal o los guionistas nos lo quieren dejar claro desde el principio) y lo que no tiene mucho sentido es como Ben pasa, en un par de horas, de no confiar en ella y acusarla de ser una Skitter a noquear a su hermano por sacarla de su confinamiento y escaparse con ella.
Esperamos que Ben tenga un plan B (la quiera alejar de los suyos para que no descubran lo de Charleston) y sea él quien le está tomando el número a Karen, porque si no...
¿Somos los únicos que además empezamos a ver demasiado rollo "Ben Mesías"? La primera temporada acabó muy bien, con un gran capítulo tras varias semanas de relleno y a estas alturas sólo esperamos que esta segunda temporada siga el mismo camino como mal menor.
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